Buscando vestigios de mi infancia en la tierra de los sueños, el tiempo y el progreso casi ha acabado con todo. Lo demás es pasto del olvido o la desidia... Y de pronto, cuando ya me íba con el corazón vacío, miré al viejo algarrobo. Y sí, allí algo quedaba, algo palpitaba, como un rescoldo de antiguos veranos de niñez...