jueves, 31 de marzo de 2011

TEDDY


"¿Se acuerda de la manzana que Adán comió en el jardín del Edén, como se cuenta en la Biblia? -preguntó-. ¿Sabe lo que había en esa manzana? Lógica. La lógica y además cosas intelectuales. Eso es lo único que tenía adentro. Así que (esto es lo que quiero señalar) lo que tiene que hacer es vomitar todo eso si quiere ver las cosas como realmente son. Quiero decir que si lo vomita entonces no va a tener más problemas con bloques de madera y cosas así. Ya no verá las cosas detenidas todo el tiempo. Y sabrá qué es en realidad su brazo, si le interesa saberlo. ¿Comprende lo que quiero decir? ¿Me entendió?"

"-Es tan tonto -dijo Teddy otra vez-. Por ejemplo, tengo una lección de natación dentro de cinco minutos. Podría bajar a la piscina y encontrarme con que no tiene agua. Podría ser el día en que cambian el agua, por ejemplo. Podría pasar, por ejemplo, que yo caminara hasta el borde, como para mirar el fondo, y que mi hermana viniera y me diera un empujón. Podría fracturarme el cráneo y morir instantáneamente -Teddy miró a Nicholson-. Podría ocurrir -dijo-. Mi hermana solo tiene seis años, y no hace muchas vidas que es ser humano, y no me quiere mucho. Podría pasar, desde luego. -Pero ¿qué tendría de trágico? ¿De qué podría tener miedo? Después de todo, yo no estaría haciendo más que lo que debo hacer, ¿verdad?

Nicholson gruñó suavemente.
-Tal vez no fuera una tragedia desde tu punto de vista, pero seguramente sería una cosa triste para tu mamá y tu papá -dijo-. ¿No pensaste en eso?
-Sí, claro que lo pensé -dijo Teddy-. Pero solo es porque tienen nombres y emociones para todo lo que ocurre -había tenido las manos metidas debajo de los muslos pero las sacó de nuevo, las metió debajo de las axilas, y miró a Nicholson-. ¿Conoce a Sven, eI encargado del gimnasio? -preguntó. Esperó a que Nicholson asintiera-. Bueno, si Sven soñara esta noche que se muere su perro, dormiría muy mal, porque le tiene enorme cariño a ese perro. Pero al despertarse por la mañana, todo estaría bien. Se daría cuenta de que todo había sido nada más que un sueño.
Nicholson asintió: -¿Qué quieres decir, exactamente?
-Que si el perro muriera de verdad, sería exactamente lo mismo. Solo que no se daría cuenta. Se daría cuenta únicamente al morir él mismo."

TEDDY. J. D. Salinger

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